Inmaculada Concepción

Esta espléndida pintura fue realizada por Alonso Cano en su etapa madrileña y en ella el artista no ha reflejado aún el espíritu del Barroco pleno. La composición muestra la característica forma de huso empleada por Cano en sus Inmaculadas. Especialmente logrado se encuentra el fondo celestial sobre el que se recorta la figura, que está realizado con tonos grises y plata, de los que emergen áureos resplandores. Rodeando a la figura aparecen pequeñas cabezas de querubines y en la parte inferior dos pequeños ángeles sosteniendo lirios como símbolo mariano recogido en el Cantar de los Cantares de Salomón. Parece ser que esta pintura fue regalada a la iglesia parroquial de Berantevilla (Álava) por don Pedro de Urbina, obispo de Coria y luego arzobispo de Valencia y de Sevilla.