Alegoría de la Inmaculada Concepción
Esta pintura de Benson tiene como motivo principal el Abrazo ante la Puerta Dorada (esto es, el encuentro de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada de Jerusalén que sirve de metonimia del acto generador por el que se concibió a María), pero este motivo se combina con un patrón arborescente, reminiscente de las representaciones del árbol de Jesé, que genera en la parte superior unos medallones que albergan las representaciones del Anuncio a Santa Ana (derecha), del Anuncio a San Joaquín (izquierda) y de la Virgen con el Niño (arriba).
La obra se sitúa en una encrucijada iconográfica, mostrando, al tiempo, la convergencia de tradiciones que confluyen en su autor, un pintor lombardo asentado en Brujas en el que confluyen la tradición de la pintura flamenca del siglo XV, en ocasiones recreada con deliberado gusto arcaizante, y la tradición de la pintura italiana del Renacimiento, patente en el suave modelado y en el dramático empleo de la luz.