El triunfo de la iglesia a través de la Eucaristía

Esta pintura está inspirada en una de las composiciones que Rubens realizó para el Monasterio de las Descalzas Reales, en 1626. La obra hace pareja con otro que representa la Exaltación de la Santa Cruz, ambos fueron realizados a mediados del siglo XVII y sus orígenes se consideran flamencos.
El tema elegido se ha confeccionado a modo de desfile triunfal, donde la Iglesia aparece representada por una mujer sentada en un carro dorado, acompañada de un ángel símbolo del Amor Divino. Porta en su mano derecha la Eucaristía. Pisoteadas por las ruedas del carro aparecen las figuras del Odio, la Discordia y la Maldad.
Predomina en toda la composición el movimiento, las diagonales y los escorzos, propios del estilo de Rubens que sirvió de modelo a esta obra.