Moisés haciendo brotar agua de la roca
Este tema iconográfico se desarrolló principalmente a lo largo de la Edad Media debido a la importancia que los teólogos dieron a Moisés considerándole como prefigura de Cristo en el Antiguo Testamento. Este lienzo, realizado por un maestro conocedor de la pintura clasicista francesa del siglo XVII, muestra uno de los milagros acaecidos durante el éxodo por el desierto de Egipto en busca de la tierra prometida. Acampados los israelitas en Refidim y al no encontrar agua para beber se amotinaron contra Moisés y Aarón. Estos, acercándose a la Tienda del Encuentro clamaron a Yahveh, que apareciéndose instó al primero a que cogiese su cayado, reuniera a la comunidad y delante de ellos golpease la peña de Horeb de la que manaría agua para saciar la sed del pueblo y sus ganados (Ex, 17, 1-7 y Nm 20, 1-11)