
Sacrificio de Isaac
Este inmenso sepulcro tallado en alabastro, en estilo gótico, fue encargado realizar a finales del s. XV al maestro Gil de Siloe por mandato de la reina Isabel la Católica para albergar a sus padres los reyes Juan II e Isabel de Portugal.
El sepulcro comprende un amplio programa iconográfico distribuido a lo largo de toda su planta en forma de estrella de ocho puntas. En las esquinas mayores aparecen las imágenes los evangelistas, mientras que en el resto del conjunto hay figuras alegóricas y de animales, así como escenas religiosas como Virgen de la Leche, Quinta Angustia o esta que ha sido seleccionada el Sacrificio de Isaac. Todo ello adornado con motivos vegetales y arquitectónicos de gran detallismo.
La escena del Sacrificio de Isaac se ha resuelto con gran astucia, situándose en un pequeño espacio la figura de Abraham, su hijo Isaac, el Ángel y el cordero del sacrificio; un tema que prefigura la anunciación del sacrificio de Cristo Salvador del mundo.