La diosa Amaterasu saliendo de la cueva
Representa el relato más famoso de Amaterasu, diosa del sol y divinidad más venerada del sintoísmo.
En una ocasión, Susanowo, su hermano, destrozó los campos de arroz, enfadándose tanto Amaterasu, que se encerró en una cueva cerrando la entrada con una gran piedra. Por ello desapareció la luz del sol.
El resto de deidades, preocupados, deciden hacerle salir mediante estratagemas que no dan fruto. Finalmente, la diosa Uzume comenzó a bailar delante de la cueva provocando risas y la curiosidad de Amaterasu. Esta abrió para consultar el motivo de esa alegría respondiendo que hay una nueva divinidad más suprema. Al querer saber quién era, la enseñaron su propio reflejo. Pensando que era otra deidad salió, momento en el que cerraron la cueva, volviendo ella a su trono del cielo y reinando de nuevo la luz.