Santo Entierro

La tabla narra el momento en que José de Nicodemo y José de Arimatea, ayudados por San Juan, depositan en el sepulcro el cuerpo de Cristo, cuyo tono marfileño resalta sobre la gama de rojos que predominan en la obra. En la parte central, la Virgen, transida de dolor, dirige sus ojos hacia lo alto. La Magdalena llora desconsolada a los pies de su Señor. Como fondo se advierte un paisaje en el que destaca el monte Calvario con las tres cruces clavadas. En la parte inferior derecha y en un tamaño bastante más reducido al resto de personajes se encuentra la donante, con las manos juntas y los ojos puestos en la escena; viste toca blanca y manto negro.
En conjunto es una obra fuertemente expresiva y dramática, lograda con un dibujo enérgico, un colorido preciosista y unos gestos muy sentidos.