Cristo Crucificado
Anónimo
Mediados del siglo XII
Marfil
13 x 13 x 2 cm
Museo del Retablo
Burgos
Según fuentes conservadas, este Cristo crucificado perteneció a San Juan de Ortega, del que era su reliquia más venerada.
Realizado en una sola pieza de marfil, destaca la cabeza, por proporciones, detallismo y expresión, así como la anatomía, en la que se observa un deseo naturalista.
Los brazos de esta pequeña escultura fueron extraídos por la reina Isabel la Católica y el papa Adriano VI en 1477 y en 1522, respectivamente, cuando visitaron el santuario de San Juan de Ortega. Aunque otra fuente indica que en vez de la reina Isabel, fue doña Margarita de Austria, esposa de Felipe III, en 1603. Hoy se encuentran desaparecidos.
Probablemente fue tallado a mediados del siglo XII por talleres leoneses.