Crucificado

Crucificado

Anónimo
XVII
Marfil y ébano
Cristo: 67 x 64 cm; cruz: 134 x 83 cm; base: 28 x 66 x 35 cm
Museo Diocesano y Catedralicio
Ciudad Rodrigo

La representación de este crucifijo no se adapta literalmente a las descripciones bíblicas, pero su cabeza inclinada, con los ojos entreabiertos en los instantes previos a su muerte podría interpretarse como el momento en que contemplando a su Madre, encomienda a San Juan su cuidado.
Sus características formales nos hablan de una obra de arte hispanofilipino. El acentuado orientalismo de su rostro, la nariz recta con aletas levemente marcadas, detalle típico de este tipo de arte, o la cruz de ébano en forma de tronco retorcido acompañada de motivos decorativos de uvas, en clara alusión eucarística, son rasgos que avalan este origen aunque se desconoce su procedencia.