Cristo de las Injurias
Esta excepcional obra procede del desaparecido monasterio de San Jerónimo de Zamora, tras su desamortización la obra se trasladó a su actual emplazamiento en la catedral de Zamora.
En 1902 se incorporó a la procesión del Santo Entierro con la Cofradía del Silencio, hasta que en 1925 se fundó una Cofradía con su advocación, momento que se aprovechó para sustituir la cruz, que se encontraba en mal estado, por una de hierro hueca, en cuyo interior se depositaron documentos relativos al acontecimiento.
La denominación de Cristo de las Injurias se debe a los agravios que sufrió la obra durante la rebelión de los moriscos, en las Alpujarras (Granada), entre 1568 y 1571.
Destaca especialmente la destreza del autor a la hora de representar el cuerpo de Cristo, con un buen acabado que deja vislumbrar un esmerado estudio de la musculatura.