
Retablo de Santa Ana
Este magnífico retablo de finales del gótico constituye una obra espléndida de gran riqueza iconográfica.
Consta de banco y dos cuerpos estructurados en tres calles. En las tablas que lo componen se narran episodios de la vida de la madre de la Virgen. Así en la tabla central se encuentra Santa Ana y la Virgen con el Niño y justo encima un ángel con los símbolos de la Pasión. En el resto de tablas se pueden contemplar escenas como el encuentro ante la puerta dorada o la presentación de la Virgen. En la predela y en el guardapolvo que enmarca el conjunto se han representado distintos santos como San Pedro, San Pablo, Santa Catalina, Santa Bárbara, San Jerónimo y Santa Lucía.
La obra es un claro ejemplo del estilo hispanoflamenco que predominó en Castilla durante el último cuarto del siglo XV.