Sepulcro de San Pedro de Osma

San Pedro de Osma, fallecido en 1109, fue monje benedictino hasta que por intercesión de Bernardo, arzobispo de Toledo, fue promovido a la diócesis de Osma.
En el siglo XIII el obispo Gil ordenó labrar en piedra este fastuoso sepulcro para acoger sus restos. El sepulcro, que se compone de una caja rectangular con tapa con yacente, apoya en cuatro piezas con la representación en cada una de ellas de un león con una cabeza humana entre sus garras. Toda la pieza, bellamente policromada, acoge la representación de diversas escenas relacionadas con la vida de San Pedro. En la tapa se encuentra el santo con la cabeza recostada en un almohadón y caracterizado con mitra, báculo y vestimentas litúrgicas.