
Ecce Homo
San Juan narra en su Evangelio este momento de la Pasión del Señor: “Pilatos les dijo: “Aquí tenéis al hombre” (Jn. 19,5)”. La obra presenta a Cristo de medio cuerpo enmarcado por finas columnas en cuyos capiteles penden sendas filacterias en las que se lee: Ecce Homo.
La figura de Cristo se encuentra cubierta desde la cabeza con un sudario blanco que solamente deja al descubierto parte de su rostro, la zona del pecho y sus manos. Rodea su cuello una soga cuyo extremo inferior apoya sobre un alfeizar que proporciona una cierta profundidad a la composición. Sus manos atadas con una cuerda se cruzan a la altura de su vientre.
Su cabeza está ligeramente inclinada hacia la derecha, los ojos entreabiertos y el semblante sereno consciente del significado trascendental de su Vida, Pasión y Muerte.