
San Sebastián
El Greco
1541 - 1614
Óleo sobre lienzo
191 x 152 cm
Catedral
Palencia
La representación del martirio del santo fue apreciada por los pintores del Renacimiento ya que brindaba la ocasión de realizar un estudio de anatomía al retratar al personaje vestido exclusivamente con un paño de pureza y atado al árbol en el que sería asaetado. Este hecho no le fue ajeno al Greco, quien trazó un cuerpo hermoso y fuerte con un canon muy alargado, muestra del manierismo del pintor y una de sus constantes a lo largo de su carrera pictórica. Se trata de una de las primeras obras realizadas por El Greco tras su llegada a España.
San Sebastián, más místico que real, apoya su pierna izquierda sobre una roca en la que se puede leer la firma del artista cretense en caracteres griegos mayúsculos.