Santo Domingo de la Calzada
Esta imagen se encontraba ubicada en el sepulcro de Santo Domingo de la Calzada en un retablo, tal y como señala el hecho de que no se halle labrada en su parte posterior. Fue retirada de allí al encargarse una nueva en 1789 a Julián de San Martín, pero esta nueva escultura no fue muy aceptada por las gentes ya que profesaban gran devoción a la antigua, la cual pasó a procesionarse en las celebraciones.
El hecho de convertirse en paso procesional ocasionó múltiples modificaciones por tareas de mantenimiento, así la policromía fue muy intervenida enmascarando con las capas de yeso los rasgos del santo.
Porta un cayado en su mano izquierda, mientras que con la derecha parece señalar al suelo, a un atributo hoy perdido, probablemente el gallo o la gallina que lo identifica.