Retablo Mayor
Este retablo es clave en la historia del arte porque, además de su innegable calidad artística, con él se crea una tipología muy repetida en otros retablos.
La iconografía de este conjunto se basó en la transmisión de un mensaje en el que no tuviera lugar el error, así en el banco encontramos las Virtudes que rodean al tabernáculo central en el que encontramos la Resurrección, con claras alusiones a la Eucaristía. El resto de las escenas narran la Vida de María. El programa iconográfico culmina en el remate con un Calvario rodeado de los Padres de la Iglesia (Ambrosio, Jerónimo, Agustín y Gregorio), santos fundadores (Benito, Domingo y Francisco), predicadores (Antonio de Padua) y diáconos (Esteban y Lorenzo). En los intercolumnios, apóstoles, evangelistas y San Juan Bautista y San Sebastián.