La Resurreción

Esta tabla, atribuida a Fernando Gallego, utiliza una iconografía de la Resurrección no muy común en la Península. Cristo, se eleva sobre el sepulcro cerrado, frente a la opción más extendida de representarlo saliendo del monumento funerario y con un pie apoyado en el exterior del sarcófago.
Porta en su mano una cruz que hace referencia al triunfo sobre la muerte conseguido a través de los padecimientos a los que fue sometido. Un inmenso manto rojo tapa su cuerpo, dejando entrever, tan solo, las partes necesarias para mostrar las llagas de la Pasión.
Es el momento exacto de la Resurrección, a su alrededor, seis soldados son testigos del milagro, mientras a lo lejos, se vislumbran a las Tres Marías.